salvó de los filisteos la ciudad amurallada de Keila. Después de la batalla, Saúl supo que David estaba en la cuidad. Por algún tiempo, Saúl había estado tratando de matar a David por un temor paranoico de que David iba a tomar su trono. Saúl envía a sus ejércitos a Keila, esperanzado en atrapar a David dentro de la ciudad amurallada. Cuando David escucha sobre los planes de Saúl, le pregunta a Dios: “¿Me entregarán en su mano los hombres de Keila? ¿Descenderá Saúl tal como tu siervo ha oído? Oh
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